A menudo nos encontramos en situaciones en nuestro diario vivir, donde tenemos la disyuntiva de la toma de decisiones para dar un “SI” o un “NO” como respuesta a una petición.
Sin embargo, en muchas ocasiones por una cuestión de eduación, le tememos o nos sentimos incomodos al dar un “NO” como respuesta, ya que pudiéramos ser juzgados como negativos, poco cooperativos, sin disposición, etc. La realidad es que, así como tenemos una gran tenencia a decir “SI” por ser lo más socialmente aceptado debemos aprender a decir “NO” ante situaciones que nos incomoden, a peticiones que vayan en contra de nuestro pensamiento o forma de vida, a acciones que nos pongan en riesgo como personas.
Es importante hacer un cambio en nuestro esquema de respuestas para que cuando se sienta la necesidad de decir “NO” lo podamos hacer sin culpa, enseñemos a nuestros niños a decir “NO” cuando no estén cómodos con algo y averigüemos el porque lo hace.
Rompamos paradigmas sobre las palabras y las acciones, y construyamos la mejor versión de nosotros mismos.
Javier García Ayala
Psicólogo